Principio de página

EL PODER DE LAS IMÁGENES

Aktualisiert: 31. März 2023

¿Cómo influyen las malas noticias y las imágenes distópicas en nuestra forma de pensar?


Casi se podría pensar que poco a poco nos hemos acostumbrado a oír sin parar hablar de una época de crisis múltiples y de la convulsión del orden mundial habitual. Los mensajes de advertencia nos llegan de diferentes maneras. Estamos en el umbral del desarrollo hacia una etapa superior de la evolución, dicen los optimistas. La humanidad se encuentra en el triste punto de inflexión de su propia existencia, dicen los pesimistas. Nada de esto, todo exagerado, dicen los nihilistas. El hecho es que el número de desafíos globales para las generaciones vivas de este mundo nunca ha sido tan elevado. Y muchos de ellos se sienten también en nuestra propia esfera de vida. Pero, ¿qué influencia tienen las crisis mundiales en nosotros, los humanos, y en nuestro pensamiento? ¿Podemos, no obstante, afrontar con confianza los sombríos escenarios futuros? ¿Y qué tiene que ver todo esto con el Evangelio?


En primer lugar, analicemos algunos fenómenos actuales y llamemos a las cosas por su nombre.


Schnelligkeit: Die technologische Entwicklung hat dazu beigetragen, dass sich viele Veränderungen in unserer Welt immer schneller vollziehen. Dies kann dazu führen, dass viele Menschen das Gefühl haben, mit den Entwicklungen nicht Schritt halten zu können.


Globalisierung: Die Welt ist heute stärker vernetzt als je zuvor, was bedeutet, dass Ereignisse an einem Ort Auswirkungen auf andere Orte haben können. Dies kann dazu beitragen, dass Krisen sich schneller verbreiten und schwieriger zu kontrollieren sind.


Politische Polarisierung: In vielen Teilen der Welt sind die politischen Debatten zunehmend polarisiert, was dazu führen kann, dass die Lösung von Problemen schwieriger wird. Wenn politische Parteien oder Lager nicht zusammenarbeiten können, um gemeinsame Probleme zu lösen, können Krisen länger dauern und sich verschärfen.


Ungleichheit: In vielen Teilen der Welt nimmt die Ungleichheit zu, was dazu führen kann, dass Menschen das Vertrauen in die Gesellschaft und die Regierungen verlieren. Wenn Menschen das Gefühl haben, dass sie keinen Einfluss auf ihre Umgebung haben, können sie sich frustriert und machtlos fühlen, was die Auswirkungen von Krisen verschlimmern kann.


Kriegerische Auseinandersetzungen: Auch Krieg, wie derzeit in der Ukraine und vielen anderen Regionen dieser Welt - kann zu vielfältigen Auswirkungen führen, die die Weltwirtschaft, die politische Stabilität, die soziale Ordnung, die öffentliche Gesundheit und die Umwelt beeinträchtigen können. Krieg ist auch eine der Hauptursachen für Flucht und Vertreibung, was zur Verschärfung von humanitären Krisen führen kann.


Klimaerhitzung: Die Auswirkungen des Klimawandels, wie zum Beispiel steigende Temperaturen, Extremwetterereignisse, das Abschmelzen von Gletschern und Eisschollen, der Anstieg des Meeresspiegels und die Auswirkungen auf die Artenvielfalt können globale Auswirkungen haben. Der Klimawandel kann auch zu Nahrungsmittelknappheit, Wasserknappheit und wiederum zu Konflikten führen, wenn Ressourcen knapper werden und um sie gekämpft werden muss.


Komplexität: Die Welt von heute ist unglaublich komplex, und viele Probleme sind miteinander verbunden. Zum Beispiel können Klimawandel, soziale Ungerechtigkeit und politische Instabilität alle miteinander verflochten sein und sich gegenseitig beeinflussen. Wenn ein Problem auftritt, kann es oft Auswirkungen auf andere Bereiche haben, was zu einer Vielzahl von weiteren Problemen führen kann.


La lista de retos mundiales puede ser interminable. La tentación de etiquetar apresuradamente los grandes retos como crisis es grande. No todo lo que nos desafía pasa necesariamente por circunstancias similares a las de una crisis. Pero mucho de lo que se ha mencionado antes (y aún más de lo que aún no hemos mencionado) puede subsumirse en el término crisis múltiple.


Queremos hacer una puntualización e intentar no estancarnos en realidades distópicas e inductoras de miedo. Impulsados por la conciencia de que los retos se afrontan mejor evitando un mal inminente y aprovechando las oportunidades que lo acompañan, reconocemos la importancia de no quedarnos de brazos cruzados y observar acontecimientos destructivos. Centrarse en escenarios amenazadores y regodearse en imágenes de atrocidades, catástrofes naturales y escenarios catastrofistas no basta para dar el giro adecuado a los acontecimientos del futuro.

Además, tal reducción sería extremadamente arriesgada, dado que ya tenemos una epidemia de dudas sobre nosotros mismos, ansiedad, sentimientos de inferioridad en el mundo occidental. He aquí algunos datos:

  • Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el primer Año Corona 2020 ha provocado en todo el mundo un 25% más de trastornos de ansiedad y depresión que antes.

  • Los trastornos de ansiedad se han multiplicado por 20 en los últimos 30 años

  • El 20% de los jóvenes de 16 a 25 años considera que la frase "Creo que la vida merece realmente la pena" no es cierta.

  • Tenemos una epidemia de dudas sobre nosotros mismos, ansiedad, sentimientos de inferioridad en el mundo occidental.

  • 83 de cada 100 personas afirman que casi nunca se relajan o se toman tiempo para pensar.

¿Qué tienen que ver estas inquietantes estadísticas y la intrincada mezcla de problemas económicos, sociales y emocionales con lo que se supone que debe producir la administración de la creación? Observando las prioridades políticas y culturales actuales, uno podría pensar que absolutamente nada. Sin embargo, si se considera lo importante que es que podamos imaginar un buen futuro a pesar de todos los titulares negativos, entonces mucho más. Para ello, merece la pena analizar cómo funciona la capacidad de imaginar visiones de futuro.


La imaginación, la creatividad y la fantasía tienen su sede en el hipocampo, esa parte del cerebro llamada así por su parecido con un caballito de mar. Hace sólo unos 50 años que se sabe que nuestro caballito de mar -entre otras valiosas características- es responsable de imaginar el futuro. El hipocampo es el centro de nuestra imaginación.


Por muy ingenioso que sea este epicentro de la imaginación humana, también es frágil. ¿Por qué? El hipocampo está lleno de receptores que lo hacen reaccionar de forma especialmente sensible al cortisol, la hormona del estrés que se ha convertido en una compañera casi constante hoy en día, al menos en el mundo occidental. En pequeñas cantidades, el cortisol es extremadamente útil para movilizar fuerzas.

Sin embargo, unos niveles demasiado altos de cortisol pueden destruir células del hipocampo. Hoy en día, las técnicas de imagen revelan que nuestro hipocampo se encoge durante periodos de estrés y ansiedad constantes. Y una vez dañado el hipocampo, podemos empezar a buscar información que confirme nuestra visión cada vez más pesimista del mundo.

Este círculo vicioso conduce a la liberación de más cortisol y a mayores daños en el hipocampo. En otras palabras, a cuantos más factores de estrés y ansiedad nos expongamos, menos capaces seremos de pensar en un futuro positivo.

Sin embargo, esto no es sin consecuencias: las fases transformadoras (y en este documento asumo que estamos en medio de una) también siguieron sus narrativas en el pasado. Fueron narrativas que alimentaron, por ejemplo, el comunismo, el nacionalismo y el capitalismo. Estas narrativas cumplían una función: poder imaginar un futuro por el que mereciera la pena luchar.


La época actual y sus retos carecen en gran medida de estas narrativas. Mucha gente ha comprendido que el futuro no puede ser una prolongación del pasado. Pero pocos tienen una imagen de cómo imaginar un futuro que merezca la pena vivir. Y sin esas imágenes y relatos, nos cuesta definir objetivos que merezcan la pena.

En sentido figurado, esto puede explicarse como si la imaginación humana funcionara como un dispositivo de visión nocturna cuando uno se pierde en la oscuridad del bosque: ni siquiera ve su propia mano delante de los ojos. Si el estrés, los traumas, el miedo y el foco de atención en nuestras pantallas secan nuestra imaginación justo en el momento en que más la necesitaríamos, ¿cómo desarrollamos narrativas que queramos seguir y que puedan invertir este proceso?


La buena noticia es que los cristianos ya no necesitamos desarrollar una narrativa. Ya la tenemos. El Evangelio está lleno de imágenes dignas de ser utilizadas como proyecto para nuestro futuro. La Buena Nueva es una historia llena de amor por la creación y por todas las criaturas. Una historia llena de esperanza y confianza. Una historia que nos invita a la conversión. El Evangelio puede situarse fácilmente en nuestro tiempo y ofrece un contraste con lo que se nos ha vendido como deseable durante décadas.

"¡No temas!" es el llamamiento más frecuente en la Biblia. Lo encontramos 366 veces en las Sagradas Escrituras - una vez por cada día del año. Este llamamiento contrasta con lo que los medios de comunicación quieren transmitirnos cada día. La vida de Jesús y sus llamamientos crean un marco más que adecuado para un estilo de vida que puede ser la respuesta a los problemas de hoy.

Wir wollen Christinnen und Christen für die Zukunft sein. Christians for future. Wir werden uns nicht damit abfinden wollen, in einen Bus einzusteigen, von dem wir wissen, dass er gegen die Wand gefahren wird. Vielmehr, wir werden versuchen, das Steuer in die Hand zu nehmen und alles daran setzen, dass uns die Fahrt ans Ziel bringt.

Como cristianos, sabemos lo que significa imaginar un futuro próspero. Hemos aprendido a hacernos una idea de las cosas más audaces: Una vida después de la muerte. El reino de los cielos. El perdón de nuestros pecados. La vida eterna. Y mucho más.

Estoy profundamente convencido de que las crisis de estos días son crisis espirituales en su raíz. El Génesis no sólo describe la historia de la creación. También describe la separación de Dios y del paraíso. El hombre ha adoptado la actitud de no necesitar más a Dios. De ser él mismo para Dios. El camino hacia un futuro salvífico sólo puede ser un camino espiritual. Un camino que nos conecte con el gran misterio y con el cosmos.

El modo de vida que ha elegido el hombre "moderno" nos ciega ante las visiones del futuro. Más bien nos hace aún más temerosos, acríticos y poco creativos. Una vida como la que Jesús ejemplificó y también nos prescribió amplía nuestra capacidad no sólo de esperar un buen futuro, sino también de creer en él.

Nun liegt es an uns, ob wir uns von äußeren Einflüssen verstimmen und entmutigen lassen, oder ob wir die Nachfolge Christi in einer Zeit antreten wollen, in der es sie zweifellos ganz dringend braucht. Die Botschaft des Menschensohns scheint heute nicht mehr en vogue zu sein. Es könnte der Eindruck gewonnen werden, dass der Glaube an Frieden, Gerechtigkeit und eine intakte Natur eine infantile, naive Vorstellung sei, die nichts mehr mit der Realität zu tun hat. Wer eine solche Vorstellung aber nicht aufgeben möchte, ja vielleicht sogar dafür kämpfen will, wird bestenfalls belächelt, und schlimmeren Falls kriminalisiert. Aber das hat Jesus nicht nur prognostiziert, sondern auch selbst erfahren. Und es soll uns nicht aufhalten. Lasst uns zumindest versuchen, mit Zuversicht in die Zukunft zu gehen und das Steuer in die Hand zu nehmen.


Gott hat die neue Schöpfung wie am Beginn der Welt in einem Garten begonnen; die Auferstehung Jesu Christi ist der Beginn unserer Rückkehr zum Paradies. Am Ende der Fastenzeit erinnern wir uns, dass die Askese des Sohnes Gottes ein Eintreten in die Wüste der Schöpfung war, um sie wieder zu dem Garten der Gemeinschaft mit Gott werden zu lassen, der sie vor dem Sündenfall war (vgl. Mk 1,12-13; Jes 51,3).


Papst Franziskus appelliert an uns: "Lassen wir diese günstige Zeit nicht nutzlos verstreichen! Bitten wir Gott um seine Hilfe, den Weg wahrer Umkehr einzuschlagen" (Papst Franziskus, Oktober 2018, dem Fest des heiligen Franz von Assisi). Eine solche Umkehr setzt die Vorstellung alternativer Lebenskonzepte voraus. Der heilige Paulus sagt sogar: »Die Schöpfung wartet sehnsüchtig auf das Offenbarwerden der Söhne Gottes« (Röm 8,19). Wenn der Mensch als Kind Gottes, als erlöste Person lebt, die sich vom Heiligen Geist leiten lässt (vgl. Röm 8,14) [...], dann wird er auch der Schöpfung Gutes tun und an ihrer Erlösung mitwirken, stellt Franziskus klar.


La visión de una redención de la creación es al menos tan importante como la idea de cómo llegar a ella. El próximo Misterio Pascual nos invita a imaginar un futuro exitoso. Así, a partir de hoy, podríamos configurar nuestro tiempo de modo que sea recordado como una época en la que despertó una profunda alegría y una nueva conciencia ante el Creador, la creación y la vida. Como una época en la que la humanidad salió de una espiral de destrucción. Y como una época en la que la familia humana se elevó a una nueva esfera de conciencia universal. ¿Y cómo? Con un primer paso. Y con nuestra -todavía bastante intacta- imaginación, con nuestra fe y con nuestra confianza.


Contribuciones recientes

Ver todos
pie de página